Las puertas de seguridad y la resistencia al aire, el agua y el viento.
Una puerta de seguridad es la primera línea que separa dos mundos: tu casa y todo lo que queda fuera.
Por ello, sobre todo si tu casa está en contacto directo con el exterior, es importante garantizar un buen aislamiento. En la compra de una puerta de seguridad, la estanqueidad a las condiciones climatológicas es un valor que considerar, para impedir filtraciones de agua o el paso de aire por el hueco debajo del umbral del batiente.
Los puentes térmicos
El puente térmico consiste en un punto de discontinuidad en los materiales que forman una pared, se crea cuando una parte de envoltorio del edificio tiene muy poca resistencia.
Esto significa que en invierno existe la posibilidad de que se produzca una mayor dispersión del calor desde el interior hacia el exterior y en verano se produce la dispersión de calor desde el exterior hacia el interior, con la formación de moho a causa de la condensación, pero también con problemas estructurales y un aumento de los consumos de energía.
Para evitar que se creen estas condiciones, es fundamental estructurar y proyectar cualquier elemento en contacto con el exterior de manera excelente.
Téngase en cuenta que los puentes térmicos presentes en el marco pueden llegar a triplicar la transmisión y la dispersión de calor de la puerta.
¿Cómo asegurarse de que un producto es efectivamente resistente al agua, el aire y el viento?
Existen normativas que tienen como objetivo medir las prestaciones de los cerramientos y clasificarlos.
De esta manera quien ofrece el producto puede declarar una determinada clasificación garantizando la calidad, y el usuario final puede entender bien qué está comprando efectivamente.
La resistencia a la carga del viento
¿Como saber si una puerta puede resistir la acción del viento? La norma UNI EN 12211 define el grado de resistencia al viento. La prestación de la resistencia se mide en laboratorio con una prueba que crea diversas condiciones de presión simulando la acción del viento. Según la respuesta, el cerramiento se incluye en una de las 5 clases.
La estanqueidad al agua
Gracias a la norma UNI EN 12208, se han especificado 10 clases de estanqueidad al agua. Los productos se incluyen en la clase mínima cuando no presentan filtraciones después de haber sido sometidos al chorro de agua y a la presión atmosférica durante 15 minutos. El máximo nivel de prestaciones se alcanza cuando los cerramientos son impermeables después de 55 minutos de prueba con una diferencia de presión de 600 Pa.
La permeabilidad al aire
Este elemento está regulado por la norma europea UNI EN 12207 que indica la permeabilidad respecto a toda un área de los cerramientos y respecto a la longitud de las juntas que se pueden abrir. Las clases de permeabilidad van de la 1 a la 4, donde la 1 representa el mínimo nivel de prestación. Antes de comprar una puerta de seguridad, recuerda que hay que considerar estos elementos y controlar la clase de clasificación para la permeabilidad al aire, la estanqueidad al agua y la resistencia al viento.
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