La importancia de las chapas en una puerta de seguridad

¿Pero cómo se consigue garantizarla? Cada elementos se proyecta con cuidado y tiene un papel fundamental.
Comencemos a estudiar ahora lo más importante: el bastidor, esto es, la estructura que contiene la puerta: en esta se instalan la cerradura, el cilindro, los bulones de cierre y las bisagras.
Para implementar la seguridad, el bastidor se cubre con una o dos láminas de chapa, en las cuales se sueldan omegas de refuerzo, elementos que tienen la función de aportar rigidez estructural a la puerta.

La chapa individual, como indica su nombre, tiene una sola lámina de chapa y tiene omegas rectangulares. Después estas se cubren con un panel de revestimiento de madera, contrachapado, aluminio u otros materiales, sin una ulterior capa de protección.

La  doble chapa  garantiza una mayor seguridad y robustez: los omega son triangulares y están reforzados. La segunda hoja de chapa cierra el bastidor y se recubre con el panel de revestimiento de madera, contrachapado, aluminio u otros materiales.

Estamos preparados siempre para que entre la máxima seguridad en casa. Hemos estudiado una puerta de seguridad innovadora. ¿Qué significa? El bastidor es de doble chapa, pero se convierte en un monobloque con una sinergia de elementos que crean un sándwich de grandes prestaciones. Los refuerzos omega son sustituidos por una mezcla de materiales ideada por la tecnología de Dierre.

Gracias a este bastidor revolucionario, la puerta puede ser también cortafuegos y resistir a este elemento durante 30, 60 o 90 minutos.
Las chapas son zincadas, esto asegura una mayor duración en el tiempo, ya que se oxidan pero no se debilitan.
Una puerta con esta estructura permite tener mejores prestaciones térmicas, acústicas y de diseño.